Tratamiento de la enfermedad de Crohn

Existen tratamientos muy efectivos que pueden controlar la enfermedad de Crohn, y conseguir una fase de remisión para el paciente.

Con estos tratamientos se pueden aliviar los síntomas más habituales del síndrome de Crohn como diarrea, sangrado rectal y dolor abdominal, disminuir la inflamación anormal en el sistema gastrointestinal y permitir que el colon cicatrice.

Los dos objetivos básicos del tratamiento para Crohn son obtener la remisión y mantenerla. Si no se puede alcanzar una remisión, al menos se intenta mejorar la calidad de vida del paciente con Crohn.

No existe un tratamiento único que se ajuste a todas las personas con enfermedad de Crohn. El enfoque debe ser adaptado a la persona, porque la enfermedad es diferente en cada paciente.

Hay que tener en cuenta que es normal que la enfermedad brote de vez en cuando por la reaparición de una inflamación o por algún factor que la active, a pesar de haber conseguido la remisión. Los brotes del síndrome de Crohn suelen indicar la necesidad de una revisión por el gastroenterólogo, con el fin de revisar la terapia utilizada y la evolución de la enfermedad.

CÓMO EVITAR LOS BROTES

Para evitar los brotes de la enfermedad de Crohn es imprescindible acudir a los controles médicos y seguir las pautas del tratamiento que indique el gastroenterólogo. Si éste no indica lo contrario, debe mantenerse el tratamiento, aunque no haya síntomas.

En el caso de la EII (enfermedad de Crohn y ulcerosa) llevar una dieta sana, equilibrada y variada, hacer ejercicio moderado y evitar situaciones de estrés también ayudará a mantener una actitud positiva frente a la enfermedad.